UNA
HISTORIA REAL: LA HISTORIA DE ESTER
Por:
Jorge Soria
En estos tiempos de escasez
de valores y modelos, la gente toma decisiones aventuradas y riesgosas. Es
cierto que cada uno de nosotros somos libres de elegir, pero
necesitamos de opciones varias y elementos que enriquezcan esta elección.
La Palabra de Dios nos
brinda estas opciones y herramientas, una de las claves más importante es:
“Todo lo que el hombre sembrare, eso segará”. Está verdad nos
hace responsables (cualidad de
una m
persona adura) de cada determinación que tomemos. Dios es vida, y si
decidimos actuar en Sus promesas y mandamientos, cosecharemos vida; pero si
optamos por otros medios, cosecharemos lo opuesto.
Esta historia es real por
dos motivos, porque es de la vida diaria y porque se desarrolla en un palacio.
Los personajes son verdaderos y de linaje real, y se tiene lugar en el Medio
Oriente. No es una historia de leyendas, pero si tiene su ingrediente de
romance y dramatismo.
Todo Rey exitoso tiene
cualidades y características comunes. Su actitud, carácter, visión, liderazgo y
relaciones interpersonales son alguna de ellas. Cuando las circunstancias
aprietan y las situaciones no van bien, entonces el monarca necesita revisar y
hacer ajustes; pero cuando todo está encaminado: ¡Celebra!
Aquí es donde comienza esta
historia, en una celebración. El rey había organizado una fiesta donde mostraba
sus logros, conquistas y riquezas. Hay una gran diferencia entre ostentación y
celebración genuina. Cuando uno tiene victorias es lógico y normal celebrarlo,
no hacerlo sería un acto de falsa humildad. Pero, querer demostrar a los demás
algo que está sobre dimensionado, y pretender impresionar, es ostentación y
orgullo.
El Rey Asuero, Rey de
Persia y de Media, celebraba con sus gobernadores y príncipes, compartía
con ellos lo mejor que poseía. Un día éste Rey quiso presentar ante los
invitados a su amada y bella esposa, la Reina Vasti; la cual decidió no
responder a su petición. Esto irritó muchísimo al Rey, y apoyado de sus
Consejeros reales, tomó la decisión más apropiada.
Este Rey debía considerar
una serie de puntos: su parte como varón (hombría y virilidad), como
familia (cabeza del hogar), y como líder y modelo (a favor de un imperio). Lo
que él decidiera afectaría positiva o negativamente a su gente, y marcaría un
hito para los hombres, para las familias, sus oficiales y subalternos. La
decisión demandaba gente sabia. Nunca tome decisiones con ligereza, primero
consulte, indague, averigüe, obtenga la mayor información, luego decida.
La reacción de la Reina
Vasti podría parecer menor y sin importancia; pero ella no consideró la
posición de su esposo, y lo que ella significaba para el reino. Sólo vio una
parte, la personal, pero dejo de lado su parte modelo e impacto como
colíder. Lo que no consideras, lo pierdes. Y ella sufrió las consecuencias
de su falta.
Algunos creen que la vida es
unipersonal, hay una parte de verdad en ello, pero somos una sociedad, y lo que
elegimos afecta ambas áreas. La Biblia dice que “así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, pero
todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo“.
Cada miembro tiene su función propia, pero comparten una sola visión como
cuerpo, de igual manera la pareja: esposo y esposa.
Toda decisión tiene
beneficios y consecuencias, tanto en lo personal como en lo grupal. El Rey
Asuero tomó la decisión de hacer cambios personales a favor de su
nación. Hay cambios dolorosos pero necesarios, y el Rey dictaminó que la Reina
Vasti no se presentaría más ante él, porque para el Rey y sus Consejeros su
decisión declaraba que ella no quería ser más la Reina.
Los consejos sabios podrían
parecer radicales y extremos, pero nos iluminan; y también nos brindan nuevas
ideas que extienden y fructifica nuestra vida y la de los demás. Los Consejeros
propusieron que se busque a una joven a la altura de las circunstancias y de
acuerdo a las demandas reales. La posición de pareja y de líder tiene sus
requisitos, tiene sus demandas. En 1 Corintios 13:1-13 describe al amor, allí
podemos ver sus características y formas de proceder; y cada persona que anda
en amor (a través de las relaciones interpersonales) cumple con sus formas.
¿Qué buscaría en una mujer?
¿Qué buscaría en un hombre? Los detalles son lo que cuentan. Algunos sólo
eligen una compañía, alguien con quien conversar y pasar el rato. Eso está bien
pero no es suficiente. Nuevamente los detalles son lo que cuentan. La nueva
Reina debía contar con todo lo necesario para ocupar esa posición.
Algunos citan el pasaje
bíblico que dice: “Dios mira
el corazón“, y sobreentienden que las demás áreas del ser humano no
son importantes. Dios nos creó espíritu, alma y cuerpo. Somos un ser integral,
no podemos vivir divididos (Toda
casa dividida contra si misma cae). La razón porque Dios ve el corazón es que es
el centro del ser humano, allí habita el Espíritu Santo, es el centro de
operaciones, la base central. Pero el alma y el cuerpo también son valiosos,
sobretodo en una relación honesta como pareja.
La pareja que el rey
elegiría, y serviría a los planes de Dios, debería ser: alguien creyente,
inteligente, entrenada por un mentor sabio, mujer decidida, y bella. La belleza
externa es el complemento exacto de la belleza interior. “ El corazón alegre, hermosea el rostro“.
Un rostro bello sin sabiduría está incompleto; pero una mujer sabia siempre
lucirá hermosa. Cuidar la apariencia, el porte, las buenas maneras y
costumbres no es vanidad, es la evidencia de conocer a Dios y valorarse a uno
mismo. Es respetarse como persona y saber estar delante de reyes, tal como dice
las Escrituras.
Muchas jóvenes fueron
seleccionadas, entre ellas estuvo Hadasa, más conocida como Ester. Era huérfana
de padre y madre, adoptada por un familiar suyo, Mardoqueo. Este pariente no
sólo había suplido la parte familiar, (necesario para todo joven),
sino que se convirtió en su mentor, un tutor que le enseñó las
cosas básicas, y la entrenó para ser una mujer de extensión, que
cuando alguien se una a ella, ambos sean multiplicados grandemente. Y como
resultado de esa tutoría ella se convirtió una joven obediente, no doblegada
por la fuerza sino por causa de una visión. La persona que le discípula le
engrandecerá o empequeñecerá.
Alguien podría pensar: ¿Por
qué necesito de un tutor, mentor o discipulador? ¡Acaso eso no es para los
débiles e incapaces, para los que no pueden aprender por si mismos!;
o tal vez diga: ¡Eso está bien para los niños o ignorantes! Ese es el
grito de rebeldía que se oye hoy en día.
Los más grandes deportistas,
artistas, y gente de ciencia son producto de personas que impactaron sus vidas,
que los guiaron e inspiraron ir más allá de sus límites. Personas que les
exigieron y demandaron a usar todo su potencial, que le daban el ánimo
suficiente para que lucharan por sus metas y propósitos, que no le dieron
descanso donde otros se detenían, sino que los convirtieron en extraordinarios
y excelentes.
Ester no era sólo una joven
bella, había sido criada para la excelencia; y eso es lo que los demás líderes
y cuidadores reconocieron en ella. En ella había una gracia que hizo que sea
provista de atenciones y provisiones especiales. La excelencia, producto
de un discipulado, atrae provisiones extraordinarias.
Un hombre excelente reconoce a una mujer de excelencia. El Rey Asuero quedó
prendado de la belleza y gracia de Esther, él podía ver en ella su complemento
y plenitud como hombre y como líder. La Palabra dice que la amó más que a
todas, le puso la corona real, celebró con todos sus príncipes y siervos, y fue
benevolente y generoso con su pueblo. La pareja correcta no sólo afecta tu vida
sino que saca lo mejor de ti en beneficio de los demás.
En el libro de Ester,
capítulo 2, versículo 20 describe una de las grandes virtudes de la reina
Ester: “porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo (mentor), como cuando él la
educaba”.Ella no necesitaba que la presionaran para obedecer, la obediencia era
algo que había aprendido y valorado como patrón en su vida. La mujer que
obedece a sus autoridades, obedecerá de buena manera a su pareja.
Aquí la historia da un giro.
Mardoqueo fue testigo de un complot en contra del Rey, él se lo comentó a
Ester, la cual le avisó al rey y salvó su vida. Los cómplices fueron
eliminados, y todo esto fue registrado en el libro de las Crónicas del Rey.
El Rey Asuero tenía cercanía
y aprecio a un oficial suyo llamado Amán. El Rey lo condecoró y lo puso en una
posición de honor. Este acto habla muy bien de un líder que reconoce a otro, y
le muestra su agradecimiento, pero hubo un inconveniente: Amán se enorgulleció
y menospreció a los demás. Cuando una persona es promovida deja ver su
interior, sale su riqueza o su pobreza como ser. La abundancia de su corazón se
manifiesta.
Toda la gente se postraba
ante él, pero en temor a una represalia; realmente no había un respeto genuino.
Cuando alguien tiene que forzar a otro para que lo respete, ya perdió todo
respeto. Pero hubo alguien que no se sometió a tal abuso: Mardoqueo.
Y Amán buscó venganza: decidió destruir no sólo a Mardoqueo sino a todo su
pueblo, para lo cual, hizo que el Rey firmase un edicto irrevocable en contra
de los judíos. La venganza te llevará a tomar decisiones que dañaran a gente
inocente.
¿Cómo esto afectaría a
Ester? Ella podría alegar muchas cosas: ya era Reina, tenía una posición segura
y poderosa. Nadie la podría tocar, ¿quién osaría a dañar a la preferida del
Rey? Ella podía haberse quedado callada mientras su pueblo sufría una gran
persecución que terminaría en exterminio.
En el capítulo 4, Mardoqueo
acude a ella, y le dijo firmemente: “No
pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque
si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna
otra parte para con los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y
quién sabe si para esta hora has llegado al reino? ” Y ella
tomó una firme decisión de incluso morir pero tenía que cumplir con su deber.
Durante todo este tiempo
podemos notar varias características en la Reina Ester: inteligencia,
sumisión y obediencia; pero pareciera que sólo se mueven en forma pasiva.
Muchas veces se cree que la obediencia y la sumisión adormecen a la gente, la vemos
sin iniciativa y solamente haciendo lo que otros le indican. Este concepto sólo
puede causar rebeldía y desanimo.
Ester fue formada en forma
sumisa y obediente como un medio de liderazgo, para que ella ejerciera dominio
y mando. La sumisión le lleva a desarrollar autoridad, la obediencia le hace
ver la importancia de saber dirigir y ordenar. Una mujer con estas
características demandará de la fuerza y firmeza de un varón.
En este pasaje hay unas
frases que describen muy bien lo que dijimos anteriormente: “Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme
a todo lo que le mandó Ester“. El discipulado ya había dado sus
primeros frutos, ahora producía los resultados mayores. Antes la vemos haciendo
todo conforme a lo que Mardoqueo le decía, y ahora ella tomaba su lugar real en
Dios, y Mardoqueo la reconocía. El mayor logro de un discipulador no es
que el discípulo obedezca solamente, sino que sepa tomar las decisiones
correctas.
Ester se vistió con su
vestido real, y se dirigió al aposento de Rey. Ella no sólo se puso una
vestimenta sino también de una actitud. Se vistió de acuerdo a su posición y su
misión. Se vistió de sabiduría y osadía. Se vistió de acuerdo a quien era para enfrentar
una situación adversa.
En ese tiempo y sociedad
nadie podía presentarse delante del rey sin haber sido llamado previamente. La
persona que osara ingresar sin invitación era castigada con la
muerte. Ester vestida con todas sus galas venía ante el Rey para hacerle
una propuesta, y por causa de su gracia y excelente presencia obtuvo un si como
respuesta. Ella se presentó como Reina para sacar lo mejor del Rey.
Cuantas veces la pareja
reacciona en forma simple y se sale de su real posición para solucionar una
situación, y lo único que logra es sacar la bestia del Rey. Actué de acuerdo a
su posición, tenga una actitud real, y obtenga un resultado favorable.
La Reina Ester invitó al Rey
y a Amán a un banquete. Amán estaba muy complacido por la invitación porque
alimentaba su orgullo, pero su venganza demandaba más, su felicidad estaba
basada en la eliminación de Mardoqueo. Recuerde una vez más cuando uno da honra
a una persona sirve no solamente para reconocerlo sino para ver su actitud.
En toda relación existen
situaciones tan controversiales y paradójicas como en esta pareja real.
Primero, el Rey tan galante y enamorado de su esposa, desconocía su
nacionalidad y había aspectos de ella que él ignoraba completamente. También, a
pesar de tener Consejeros sabios, no pudo reconocer a un hombre maquinador y
soberbio como Amán. Además, él era un hombre que recompensaba a sus líderes, se
olvidó de recompensar a un hombre que salvó su vida de un complot:
Mardoqueo. Una vez mas los detalles nos hacen diferentes a los demás, y
añaden excelencia.
Estas paradojas en el rey
sumado al orgullo de Amán terminaron en una anécdota llena de sarcasmo. Un Rey
que se acordó de premiar a Mardoqueo por el servicio prestado, y un hombre
lleno de soberbia que creía que él era el centro de toda atención real pidió
que la recompensa sea reconocer al galardonado casi como el sucesor del Rey. Él
pensó que sería para él, y tuvo que pasar por la mayor vergüenza de su vida:
reconocer a Mardoqueo delante de todo el pueblo. Esto fue el principio de su
inminente caída.
La celebración consistía en
dos banquetes, en el segundo la Reina haría su petición. Ester hizo gala
de su sutileza y encantos, se mostró siempre amable y en el momento clave fue
directa. Algunos hombres critican esto, y dicen que son argucias femeninas;
pero lo que indica es una total ignorancia de cómo opera una mujer.
La Reina Ester abrió su
corazón, pidió por ella y por su pueblo, ella dijo que su pueblo había sido
condenado a muerte y que sería un daño irreparable para el Rey. Su reacción fue
enorme, se llenó de ira al conocer la identidad del culpable de tal situación y
que causaba tremendo dolor a la Reina. Amán trató de arreglar la situación
y salió mal parado. La horca que había preparado para Mardoqueo serviría para
dar fin a su vida.
El rey condecoró a Mardoqueo
en lugar de Amán, y le dio el anillo real. Ester pidió que salvasen a su pueblo
del edicto previo, y el Rey dictaminó que los judíos se agruparan y salvarán
sus vidas. El Rey había cometido una falta, y es de hombres saber reconocer sus
errores y sobretodo enmendarlos. La hombría no consta de ser infalibles
sino en saber corregirse y dar lo mejor a su pareja.
Mardoqueo y Ester redactaron
dos cartas que daban facilidades a su pueblo de defender sus vidas y celebrar
todos los años como Dios había cambiado su tristeza en gozo. Vemos ahora el
líder discipulador actuando juntamente con Ester su protegida a favor de los
demás. Todo esto resulto en una pareja bien constituida, un líder en un
puesto de favor, un pueblo bendecido, y el plan de Dios cumplido en la tierra.
Estos son los beneficios que nuestro Dios desea hacer con y a través de una
pareja. ¡Depende de cada uno, tome su mejor elección!
Publicado por primera vez
el 15/07/2004, en https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/GRUPOMINISTERIOMUJER/conversations/messages/13
con el
permiso del autor, en la revista Ministerio Mujer.
Republicado en
el 1/05/2007 en https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/GRUPOMINISTERIOMUJER/conversations/messages/600
con
el permiso del autor, en la revista Ministerio Mujer.
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