domingo, 14 de mayo de 2017

UNA HISTORIA REAL: LA HISTORIA DE ESTER




UNA HISTORIA REAL: LA HISTORIA DE ESTER

Por: Jorge Soria


En estos tiempos de escasez de valores y modelos, la gente toma decisiones aventuradas y riesgosas. Es cierto que cada uno de nosotros somos libres de elegir, pero necesitamos de opciones varias y elementos que enriquezcan esta elección.

La Palabra de Dios nos brinda estas opciones y herramientas, una de las claves más importante es: “Todo lo que el hombre sembrare, eso segará”. Está verdad nos hace responsables (cualidad de una  m persona adura) de cada determinación que tomemos. Dios es vida, y si decidimos actuar en Sus promesas y mandamientos, cosecharemos vida; pero si optamos por otros medios, cosecharemos lo opuesto.

Esta historia es real por dos motivos, porque es de la vida diaria y porque se desarrolla en un palacio. Los personajes son verdaderos y de linaje real, y se tiene lugar en el Medio Oriente. No es una historia de leyendas, pero si tiene su ingrediente de romance y dramatismo.
Todo Rey exitoso tiene cualidades y características comunes. Su actitud, carácter, visión, liderazgo y relaciones interpersonales son alguna de ellas. Cuando las circunstancias aprietan y las situaciones no van bien, entonces el monarca necesita revisar y hacer ajustes; pero cuando todo está encaminado: ¡Celebra!

Aquí es donde comienza esta historia, en una celebración. El rey había organizado una fiesta donde mostraba sus logros, conquistas y riquezas. Hay una gran diferencia entre ostentación y celebración genuina. Cuando uno tiene victorias es lógico y normal celebrarlo, no hacerlo sería un acto de falsa humildad. Pero, querer demostrar a los demás algo que está sobre dimensionado, y pretender impresionar, es ostentación y orgullo.

El Rey Asuero, Rey de Persia y de Media, celebraba con sus gobernadores y príncipes, compartía con ellos lo mejor que poseía. Un día éste Rey quiso presentar ante los invitados a su amada y bella esposa, la Reina Vasti; la cual decidió no responder a su petición. Esto irritó muchísimo al Rey, y apoyado de sus Consejeros reales, tomó la decisión más apropiada.

Este Rey debía considerar una serie de puntos: su parte como varón (hombría y virilidad), como familia (cabeza del hogar), y como líder y modelo (a favor de un imperio). Lo que él decidiera afectaría positiva o negativamente a su gente, y marcaría un hito para los hombres, para las familias, sus oficiales y subalternos. La decisión demandaba gente sabia. Nunca tome decisiones con ligereza, primero consulte, indague, averigüe, obtenga la mayor información, luego decida.

La reacción de la Reina Vasti podría parecer menor y sin importancia; pero ella no consideró la posición de su esposo, y lo que ella significaba para el reino. Sólo vio una parte, la personal, pero dejo de lado su parte modelo e impacto como colíder. Lo que no consideras, lo pierdes. Y ella sufrió las consecuencias de su falta.

Algunos creen que la vida es unipersonal, hay una parte de verdad en ello, pero somos una sociedad, y lo que elegimos afecta ambas áreas. La Biblia dice que “así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, pero  todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo“. Cada miembro tiene su función propia, pero comparten una sola visión como cuerpo, de igual manera la pareja: esposo y esposa.

Toda decisión tiene beneficios y consecuencias, tanto en lo personal como en lo grupal. El Rey Asuero tomó la decisión de hacer cambios personales a favor de su nación. Hay cambios dolorosos pero necesarios, y el Rey dictaminó que la Reina Vasti no se presentaría más ante él, porque para el Rey y sus Consejeros su decisión declaraba que ella no quería ser más la Reina.

Los consejos sabios podrían parecer radicales y extremos, pero nos iluminan; y también nos brindan nuevas ideas que extienden y fructifica nuestra vida y la de los demás. Los Consejeros propusieron que se busque a una joven a la altura de las circunstancias y de acuerdo a las demandas reales. La posición de pareja y de líder tiene sus requisitos, tiene sus demandas. En 1 Corintios 13:1-13 describe al amor, allí podemos ver sus características y formas de proceder; y cada persona que anda en amor (a través de las relaciones interpersonales) cumple con sus formas.

¿Qué buscaría en una mujer? ¿Qué buscaría en un hombre? Los detalles son lo que cuentan. Algunos sólo eligen una compañía, alguien con quien conversar y pasar el rato. Eso está bien pero no es suficiente. Nuevamente los detalles son lo que cuentan. La nueva Reina debía contar con todo lo necesario para ocupar esa posición.

Algunos citan el pasaje bíblico que dice: “Dios mira el corazón“, y sobreentienden que las demás áreas del ser humano no son importantes. Dios nos creó espíritu, alma y cuerpo. Somos un ser integral, no podemos vivir divididos (Toda casa dividida contra si misma cae).  La razón porque Dios ve el corazón es que es el centro del ser humano, allí habita el Espíritu Santo, es el centro de operaciones, la base central. Pero el alma y el cuerpo también son valiosos, sobretodo en una relación honesta como pareja.

La pareja que el rey elegiría, y serviría a los planes de Dios, debería ser: alguien creyente, inteligente, entrenada por un mentor sabio, mujer decidida, y bella. La belleza externa es el complemento exacto de la belleza interior. “ El corazón alegre, hermosea el rostro“. Un rostro bello sin sabiduría está incompleto; pero una mujer sabia siempre lucirá hermosa. Cuidar la apariencia, el porte, las buenas maneras y costumbres no es vanidad, es la evidencia de conocer a Dios y valorarse a uno mismo. Es respetarse como persona y saber estar delante de reyes, tal como dice las Escrituras.

Muchas jóvenes fueron seleccionadas, entre ellas estuvo Hadasa, más conocida como Ester. Era huérfana de padre y madre, adoptada por un familiar suyo, Mardoqueo. Este pariente no sólo había suplido la parte familiar, (necesario para todo joven), sino que se convirtió en su mentor, un tutor que le enseñó las cosas básicas, y la entrenó para ser una mujer de extensión, que cuando alguien se una a ella, ambos sean multiplicados grandemente. Y como resultado de esa tutoría ella se convirtió una joven obediente, no doblegada por la fuerza sino por causa de una visión. La persona que le discípula le engrandecerá o empequeñecerá.

Alguien podría pensar: ¿Por qué necesito de un tutor, mentor o discipulador? ¡Acaso eso no es para los débiles e incapaces, para los que no pueden aprender por si mismos!; o tal vez diga: ¡Eso está bien para los niños o ignorantes! Ese es el grito de rebeldía que se oye hoy en día.

Los más grandes deportistas, artistas, y gente de ciencia son producto de personas que impactaron sus vidas, que los guiaron e inspiraron ir más allá de sus límites. Personas que les exigieron y demandaron a usar todo su potencial, que le daban el ánimo suficiente para que lucharan por sus metas y propósitos, que no le dieron descanso donde otros se detenían, sino que los convirtieron en extraordinarios y excelentes.

Ester no era sólo una joven bella, había sido criada para la excelencia; y eso es lo que los demás líderes y cuidadores reconocieron en ella. En ella había una gracia que hizo que sea provista de atenciones y provisiones especiales. La excelencia, producto de un discipulado, atrae provisiones extraordinarias.


Un hombre excelente reconoce a una mujer de excelencia. El Rey Asuero quedó prendado de la belleza y gracia de Esther, él podía ver en ella su complemento y plenitud como hombre y como líder. La Palabra dice que la amó más que a todas, le puso la corona real, celebró con todos sus príncipes y siervos, y fue benevolente y generoso con su pueblo. La pareja correcta no sólo afecta tu vida sino que saca lo mejor de ti en beneficio de los demás.


En el libro de Ester, capítulo 2, versículo 20 describe una de las grandes virtudes de la reina Ester: “porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo (mentor), como cuando él la educaba”.Ella no necesitaba que la presionaran para obedecer, la obediencia era algo que había aprendido y valorado como patrón en su vida. La mujer que obedece a sus autoridades, obedecerá de buena manera a su pareja.

Aquí la historia da un giro. Mardoqueo fue testigo de un complot en contra del Rey, él se lo comentó a Ester, la cual le avisó al rey y salvó su vida. Los cómplices fueron eliminados, y todo esto fue registrado en el libro de las Crónicas del Rey.

El Rey Asuero tenía cercanía y aprecio a un oficial suyo llamado Amán. El Rey lo condecoró y lo puso en una posición de honor. Este acto habla muy bien de un líder que reconoce a otro, y le muestra su agradecimiento, pero hubo un inconveniente: Amán se enorgulleció y menospreció a los demás. Cuando una persona es promovida deja ver su interior, sale su riqueza o su pobreza como ser. La abundancia de su corazón se manifiesta.

Toda la gente se postraba ante él, pero en temor a una represalia; realmente no había un respeto genuino. Cuando alguien tiene que forzar a otro para que lo respete, ya perdió todo respeto. Pero hubo alguien que no se sometió a tal abuso: Mardoqueo. Y Amán buscó venganza: decidió destruir no sólo a Mardoqueo sino a todo su pueblo, para lo cual, hizo que el Rey firmase un edicto irrevocable en contra de los judíos. La venganza te llevará a tomar decisiones que dañaran a gente inocente.

¿Cómo esto afectaría a Ester? Ella podría alegar muchas cosas: ya era Reina, tenía una posición segura y poderosa. Nadie la podría tocar, ¿quién osaría a dañar a la preferida del Rey? Ella podía haberse quedado callada mientras su pueblo sufría una gran persecución que terminaría en exterminio.

En el capítulo 4, Mardoqueo acude a ella, y le dijo firmemente: “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para con los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? ” Y ella tomó una firme decisión de incluso morir pero tenía que cumplir con su deber.

Durante todo este tiempo podemos notar varias características en la Reina Ester: inteligencia, sumisión y obediencia; pero pareciera que sólo se mueven en forma pasiva. Muchas veces se cree que la obediencia y la sumisión adormecen a la gente, la vemos sin iniciativa y solamente haciendo lo que otros le indican. Este concepto sólo puede causar rebeldía y desanimo.

Ester fue formada en forma sumisa y obediente como un medio de liderazgo, para que ella ejerciera dominio y mando. La sumisión le lleva a desarrollar autoridad, la obediencia le hace ver la importancia de saber dirigir y ordenar. Una mujer con estas características demandará de la fuerza y firmeza de un varón.

En este pasaje hay unas frases que describen muy bien lo que dijimos anteriormente: “Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester“. El discipulado ya había dado sus primeros frutos, ahora producía los resultados mayores. Antes la vemos haciendo todo conforme a lo que Mardoqueo le decía, y ahora ella tomaba su lugar real en Dios, y Mardoqueo la reconocía. El mayor logro de un discipulador no es que el discípulo obedezca solamente, sino que sepa tomar las decisiones correctas.

Ester se vistió con su vestido real, y se dirigió al aposento de Rey. Ella no sólo se puso una vestimenta sino también de una actitud. Se vistió de acuerdo a su posición y su misión. Se vistió de sabiduría y osadía. Se vistió de acuerdo a quien era para enfrentar una situación adversa.

En ese tiempo y sociedad nadie podía presentarse delante del rey sin haber sido llamado previamente. La persona que osara ingresar sin invitación era castigada con la muerte. Ester vestida con todas sus galas venía ante el Rey para hacerle una propuesta, y por causa de su gracia y excelente presencia obtuvo un si como respuesta. Ella se presentó como Reina para sacar lo mejor del Rey.

Cuantas veces la pareja reacciona en forma simple y se sale de su real posición para solucionar una situación, y lo único que logra es sacar la bestia del Rey. Actué de acuerdo a su posición, tenga una actitud real, y obtenga un resultado favorable.

La Reina Ester invitó al Rey y a Amán a un banquete. Amán estaba muy complacido por la invitación porque alimentaba su orgullo, pero su venganza demandaba más, su felicidad estaba basada en la eliminación de Mardoqueo. Recuerde una vez más cuando uno da honra a una persona sirve no solamente para reconocerlo sino para ver su actitud.

En toda relación existen situaciones tan controversiales y paradójicas como en esta pareja real. Primero, el Rey tan galante y enamorado de su esposa, desconocía su nacionalidad y había aspectos de ella que él ignoraba completamente. También, a pesar de tener Consejeros sabios, no pudo reconocer a un hombre maquinador y soberbio como Amán. Además, él era un hombre que recompensaba a sus líderes, se olvidó de recompensar a un hombre que salvó su vida de un complot: Mardoqueo. Una vez mas los detalles nos hacen diferentes a los demás, y añaden excelencia.

Estas paradojas en el rey sumado al orgullo de Amán terminaron en una anécdota llena de sarcasmo. Un Rey que se acordó de premiar a Mardoqueo por el servicio prestado, y un hombre lleno de soberbia que creía que él era el centro de toda atención real pidió que la recompensa sea reconocer al galardonado casi como el sucesor del Rey. Él pensó que sería para él, y tuvo que pasar por la mayor vergüenza de su vida: reconocer a Mardoqueo delante de todo el pueblo. Esto fue el principio de su inminente caída.

La celebración consistía en dos banquetes, en el segundo la Reina haría su petición. Ester hizo gala de su sutileza y encantos, se mostró siempre amable y en el momento clave fue directa. Algunos hombres critican esto, y dicen que son argucias femeninas; pero lo que indica es una total ignorancia de cómo opera una mujer.

La Reina Ester abrió su corazón, pidió por ella y por su pueblo, ella dijo que su pueblo había sido condenado a muerte y que sería un daño irreparable para el Rey. Su reacción fue enorme, se llenó de ira al conocer la identidad del culpable de tal situación y que causaba tremendo dolor a la Reina. Amán trató de arreglar la situación y salió mal parado. La horca que había preparado para Mardoqueo serviría para dar fin a su vida.

El rey condecoró a Mardoqueo en lugar de Amán, y le dio el anillo real. Ester pidió que salvasen a su pueblo del edicto previo, y el Rey dictaminó que los judíos se agruparan y salvarán sus vidas. El Rey había cometido una falta, y es de hombres saber reconocer sus errores y sobretodo enmendarlos. La hombría no consta de ser infalibles sino en saber corregirse y dar lo mejor a su pareja.

Mardoqueo y Ester redactaron dos cartas que daban facilidades a su pueblo de defender sus vidas y celebrar todos los años como Dios había cambiado su tristeza en gozo. Vemos ahora el líder discipulador actuando juntamente con Ester su protegida a favor de los demás. Todo esto resulto en una pareja bien constituida, un líder en un puesto de favor, un pueblo bendecido, y el plan de Dios cumplido en la tierra. Estos son los beneficios que nuestro Dios desea hacer con y a través de una pareja. ¡Depende de cada uno, tome su mejor elección!

Publicado por primera vez  el 15/07/2004, en https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/GRUPOMINISTERIOMUJER/conversations/messages/13  con el permiso del autor, en la revista Ministerio Mujer. 

Republicado en  el 1/05/2007  en https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/GRUPOMINISTERIOMUJER/conversations/messages/600   con el permiso del autor, en la revista Ministerio Mujer. 



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