martes, 2 de mayo de 2017

DIOS ESTÁ CONTIGO (I)



DIOS ESTÁ CONTIGO (I)
“Todo  lo  que  hagas  prosperara”

Por: Norma Solis Zavala

Has  escuchado  hablar de Abigail  la mujer que  salió en  busca De David para evitar que  su  casa fuera destruida (1Samuel  25:1-42). Cuando David terminó de escucharla dijo: “Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que te envió para que hoy me  encontrases, y bendito sea tu razonamiento, y  bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar  sangre, y a vengarme por mi propia mano. Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal”.  Y recibió David de  su mano lo que le había traído, y le dijo: “Sube en paz a tu  casa, y mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto” (v.32-35).

Quizás te preguntes ¿Por qué una mujer sabia como Abigail estaba casado con un hombre necio como Nabal...? Quiero rescatar en este pasaje bíblico lo que le llevó a David a tomarla como esposa cuando ella quedó viuda. Cientos de años después, Jesús enseño a sus discípulos a cerca de los frutos del árbol bueno y del fruto malo dijo: “Por sus frutos los conoceréis, porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 7: 15-20, Lucas 6:43-45).

David había reconocido en ella su fidelidad y su sabiduría. Su fidelidad era tan transparente que dijo: “He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar  los pies de los siervos de mi señor” (1Samuel 25: 41). Quizás te preguntes ¿Por que dijo esto, se está poniendo al nivel de una esclava, sirvienta o trabajadora del hogar? Te equivocas, Abigail le estaba afirmando su fidelidad incondicional a David.

Hoy quiero hablarte  de la “Fidelidad incondicional de Dios, cuando Él te llama al ministerio”; su misericordia nunca se apartará de ti, porque fiel es el que lo prometió (2Samuel 7:15, Hebreos 10:23). Te han hablado de José, David y Pablo, cada  uno de ellos fue llamado para cumplir un propósito; estos  varones encontraron obstáculos para cumplir el plan de Dios; pero cada uno de ellos, cumplió con su llamado.

LA  FIDELIDAD DE DIOS  HACIA  JOSÉ

En José, podemos encontrar las características del llamamiento de Dios y como afecta a los demás:

1.-  La Fidelidad de Dios en la oposición familiar:
José era el hijo más amado de su padre y esto ocasionó que sus hermanos mayores lo aborrecieran y no podían hablar pacíficamente con él. La envidia aumento mas cuando Dios le dio revelaciones, e inclusive su padre lo  reprendió; pero luego se puso a meditar  en lo que José  decía. Esto ocasionó “una fuerte oposición  de sus  hermanos hacia José, que inclusive planearon matarlo”. Pero Dios  había provisto la salida: Rubén se opuso a que lo mataran y Judá dijo que lo vendieran como esclavo, y mancharon con sangre su túnica para hacerle creer a su padre que había muerto (Génesis 37:1-35).

2.-  La Fidelidad de Dios en la aflicción:
José fue llevado a Egipto y vendido como esclavo a Potifar oficial del Faraón, y todo lo  que hacia José, Dios lo hacia prosperar en su mano. Pero la mujer de Potifar puso sus ojos en él; sin embargo José se mantuvo fiel a su amo y se conservó puro delante de Dios y no pecó. Fue llevado a la cárcel; ahí Dios estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel y todo lo que hacia, Dios lo prosperaba. Cuando interpretó el sueño del jefe de los coperos le dijo: “Acuérdate de mí cuando tengas este bien”, pero se olvido de él. Dos años después el Faraón tuvo sueños y nadie pudo interpretarlo, y  el copero le hablo de José al Faraón y  ordeno su libertad  y  le dijo: “He oído decir  que oyes sueños para interpretarlos” y José dijo: “No esta en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón” (Génesis 39 al 41).

3.-  La Fidelidad de Dios en el ministerio:
Cuando José terminó de interpretar los sueños y dado la solución, el Faraón dijo: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quién esté el Espíritu de Dios? “Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Estarás sobre mi casa, y por tu palabra será gobernado todo mi pueblo, solamente en el trono seré yo mayor que tú”. José llego a ser el gobernador de Egipto, se caso y tuvo dos hijos, al mayor puso por nombre Manasés y dijo: “Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y la casa de mi padre”; al menor llamo  Efraín, porque dijo: “Dios me  hizo fructificar en la tierra de mi aflicción” (Génesis  41: 37-57).

4.- La  Fidelidad  de  Dios es para cumplir su propósito y bendecir a muchas naciones.
Cuando se cumplieron los siete años de abundancia y comenzaron a venir los años de escasez, creció el hambre en la tierra de Egipto y de toda la tierra venían a Egipto para comprar los alimentos almacenados por José. También sus hermanos llegaron a comprar alimentos y cuando él se dio a conocer a ellos dijo: “No os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá, por-que para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros (Génesis 45: 1-8). Este era el propósito por el cual José había sido llamado, Dios estaba con José y le extendió su fidelidad y él se mantuvo fiel a Dios. 
          
DESAFIÓ:


A veces pensamos que somos incapaces de poder cumplir con el llamado de Dios, pensamos así porque ponemos nuestros ojos en nosotras mismas y no en Jesucristo. Si Él te ha llamado a su obra, en cualquier campo que te desempeñes (en el trabajo, la empresa, tu profesión, en la iglesia, en las artes, la música, etc), Él nos ayudará a llegar a nuestra meta, su fidelidad estará siempre a favor tuyo para que lo logres y prosigas al blanco. Dios está contigo, todo lo que hagas prosperará.

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