DIOS ESTÁ CONTIGO (I)
“Todo lo
que hagas prosperara”
Por: Norma Solis Zavala
Has escuchado
hablar de Abigail la mujer
que salió en busca De David para evitar que su
casa fuera destruida (1Samuel
25:1-42). Cuando David terminó de escucharla dijo: “Bendito sea Jehová, Dios de
Israel, que te envió para que hoy me
encontrases, y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a
derramar sangre, y a vengarme por mi
propia mano. Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte
mal”.
Y recibió David de su mano lo que le había traído, y le dijo: “Sube en paz a tu casa,
y mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto” (v.32-35).
Quizás te preguntes ¿Por qué una
mujer sabia como Abigail estaba casado con un hombre necio como Nabal...? Quiero rescatar
en este pasaje bíblico lo que le llevó a David a tomarla como esposa cuando
ella quedó viuda. Cientos de años después, Jesús enseño a sus discípulos a cerca
de los frutos del árbol bueno y del fruto malo dijo: “Por
sus frutos los conoceréis, porque de la abundancia del
corazón habla la boca”
(Mateo 7: 15-20, Lucas 6:43-45).
David había reconocido en ella su
fidelidad y su sabiduría. Su fidelidad era tan transparente que dijo: “He aquí tu sierva, que será una sierva
para lavar los pies de los siervos de mi
señor” (1Samuel 25: 41). Quizás te preguntes ¿Por que
dijo esto, se está poniendo al nivel de una
esclava, sirvienta o trabajadora del hogar? Te equivocas, Abigail le estaba
afirmando su fidelidad incondicional a David.
Hoy quiero hablarte de la “Fidelidad
incondicional de Dios, cuando Él te llama
al ministerio”; su misericordia nunca se
apartará de ti, porque fiel es el que lo prometió (2Samuel 7:15, Hebreos 10:23). Te han hablado de José, David y Pablo, cada
uno de ellos fue llamado para cumplir un propósito; estos varones encontraron obstáculos para cumplir
el plan de Dios; pero cada uno de ellos, cumplió con su llamado.
LA FIDELIDAD DE DIOS HACIA
JOSÉ
En José, podemos encontrar las
características del llamamiento de Dios y como afecta a los demás:
1.- La Fidelidad de Dios en la oposición
familiar:
José era el hijo más amado de su
padre y esto ocasionó que sus hermanos mayores lo aborrecieran y no podían
hablar pacíficamente con él. La envidia aumento mas cuando Dios le dio
revelaciones, e inclusive su padre lo
reprendió; pero luego se puso a meditar
en lo que José decía. Esto
ocasionó “una fuerte oposición de sus
hermanos hacia José, que inclusive planearon matarlo”. Pero Dios había
provisto la salida: Rubén se opuso a que lo mataran y Judá dijo que lo
vendieran como esclavo, y mancharon con sangre su túnica para hacerle creer a
su padre que había muerto (Génesis 37:1-35).
2.- La Fidelidad de Dios en la aflicción:
José fue llevado a Egipto y
vendido como esclavo a Potifar oficial del Faraón, y todo lo que hacia José, Dios lo hacia prosperar en su
mano. Pero la mujer de Potifar puso sus ojos en él; sin embargo José se mantuvo
fiel a su amo y se conservó puro delante de Dios y no pecó. Fue llevado a la
cárcel; ahí Dios estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia
en los ojos del jefe de la cárcel y todo lo que hacia, Dios lo prosperaba.
Cuando interpretó el sueño del jefe de los coperos le dijo: “Acuérdate de mí cuando tengas este bien”,
pero se olvido de él. Dos años
después el Faraón
tuvo sueños y nadie pudo interpretarlo, y el copero le hablo de José al Faraón y ordeno su libertad y le
dijo: “He oído
decir que oyes sueños para interpretarlos” y José
dijo: “No esta en mí;
Dios será el que dé
respuesta propicia a Faraón” (Génesis 39 al 41).
3.- La Fidelidad de Dios en el ministerio:
Cuando José terminó de
interpretar los sueños y dado la solución, el Faraón dijo: ¿Acaso hallaremos a
otro hombre como éste, en quién esté el Espíritu de Dios? “Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio
como tú. Estarás
sobre mi casa, y por tu palabra será gobernado
todo mi pueblo, solamente en el trono seré yo
mayor que tú”. José
llego a ser el gobernador de Egipto, se caso y tuvo dos hijos, al mayor puso
por nombre Manasés y dijo: “Dios me
hizo olvidar todo mi trabajo, y la casa de mi padre”;
al menor llamo Efraín, porque dijo: “Dios
me hizo fructificar en la tierra de mi
aflicción” (Génesis 41: 37-57).
4.- La Fidelidad
de Dios es para cumplir su
propósito y bendecir a muchas naciones.
Cuando se cumplieron los siete
años de abundancia y comenzaron a venir los años de escasez, creció el hambre
en la tierra de Egipto y de toda la tierra venían a Egipto para comprar los
alimentos almacenados por José. También sus hermanos llegaron a comprar
alimentos y cuando él se dio a conocer a ellos dijo: “No
os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido
acá, por-que para preservación de vida me envió Dios
delante de vosotros (Génesis 45: 1-8). Este era el propósito por el cual José
había sido llamado, Dios estaba con José y le extendió su fidelidad y él se
mantuvo fiel a Dios.
DESAFIÓ:
A veces pensamos que somos
incapaces de poder cumplir con el llamado de Dios, pensamos así porque ponemos nuestros
ojos en nosotras mismas y no en Jesucristo. Si Él te ha llamado a su obra, en cualquier campo que te desempeñes (en el trabajo, la empresa, tu
profesión, en la iglesia, en las artes, la música, etc), Él nos ayudará a
llegar a nuestra meta, su fidelidad estará siempre a favor tuyo para que lo
logres y prosigas al blanco. Dios está contigo, todo lo que hagas prosperará.
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