BAJO EL
CUIDADO DEL CREADOR
01/01/2018
Sin Dios y sin
esperanza estaba,
mi vida a los
ojos de otros no valía,
cual flor que
florece y se marchita,
mi vida transcurría.
Los muchos me
juzgaban,
sin valor y
sin amor me veían,
mi vida no tenía
rumbo,
no tenía
dirección.
Un día escuché
maravillas de
un Dios de amor,
que hizo
proezas por doquier,
a su pueblo libró
y los guío de noche y de día,
los sustentó,
su protección les brindó,
su amor les dio.
A mi casa
llegaron
aquellos de
los cuales oí hablar de su Dios,
las maravillas
que hizo escuché,
su poder ante
mi comprobé,
Él existe, él
es Dios.
Sólo Él podrá cambiar
mi vida,
sí a ellos los
protegió, los libró y sustento,
lo mismo hará a
aquellos que en Él confían.
Creí en Él y
hablé:
vuestro Dios
es poderoso,
supera todo lo
conocido o imaginado,
Él es Dios
todo poderoso,
vengo a Él a
refugiarme,
pongo en Él mi
vida.
Tomado de: Conexiones divinas. Rahab.
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